Masajes

lunes, 24 de octubre de 2016

Masajes: realidad vs. fotografías.



Si buscamos "masaje" en las imágenes de Google aparecerán muchísimas fotografías de jóvenes y hermosas mujeres semidesnudas, rodeadas de flores y/o velas, perfectamente maquilladas y peinadas.


Lo cierto es que el masaje es para personas de todas las edades y todas las complexiones físicas. No es necesario tener 20 años y tener el peso perfecto, solo basta con tener ganas de recibir un masaje.


También es cierto que en las producciones fotográficas se busca realzar la sensación de paz y belleza y para esto se suman elementos como velas, flores, toallas, piedras, inciensos, pindas, etc. Lo que no está del todo mal, pero realmente recibir masajes con un bowls con agua y flores sobre la camilla, no es nada cómodo.

Imagínense entrar a una habitación para recibir un masaje y encontrar la camilla llena de pétalos, suponiendo que no le tengan alergia a las flores ni a los residuos químicos que puedan tener, igualmente resultaría bastante desagradable sin importar lo bien que se vea en las fotos.


Los "masajes en la playa" son increíblemente atractivos. Recibir masajes, bajo el sol, el aroma de la arena y el murmullo del mar. Pero si lo pensamos bien, lo que tenemos en realidad es el cuerpo cubierto de aceite, al rayo del sol, con el viento levantando la arena y pegándola a cada centímetro de piel y el ruido de las personas que están cerca teniendo charlas mundanas.


A la hora de recibir masajes, lo mejor será mantenerlo simple: un buen profesional, un ambiente cálido y seguro.

Gabriela Rocha
MASOTERAPEUTA

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